viernes, 4 de octubre de 2019

SEGUNDA ENTRADA




LA CASA DE LA CASCADA




Hablar del trinomio paisaje, agua y arquitectura evoca necesariamente a la Casa de la Cascada , la casa que Frank Lloyd Wright diseñara para el comerciante y filántropo Edgar J. Kaufmann y su esposa Liliane en 1935, en Estados Unidos. A más de 70 años después de haber sido construída, es sin duda el mejor ejemplo de la arquitectura estadounidense y sigue impresionando por su composición espacial, por el innovador uso de su materiales y sobre todo por su perfecta integración al paisaje circundante. 
La residencia privada más famosa del siglo XX, logra armonizarse con su entorno natural proponiendo una sucesión de volúmenes puristas que dan la impresión de levitar sobre el agua.  "Visitar la Casa de la cascada tiene poco que ver con arquitectura o ingeniería: la calidad que percibimos aquí es esencialmente espiritual."



La casa, construida entre 1935 a 1937, no sólo devolvió fama mundial a un sexagenario y casi olvidado Wright (tenía 67 años y hacía una década no tenía un encargo importante) sino que a la vez permitió al mercader judío E.J. Kaufmann ganarse el respeto de la prejuiciosa y antisemita sociedad de Pittsburgh en los años 30. Edgar Kaufmann hijo también tendría un papel importante en la fomentar la relación de su padre con el arquitecto, aunque su protagonismo ha sido cuestionado por investigadores como Toker. Lo que no se le puede negar es su desprendimiento, ya que gracias a Edgar Kaufmann hijo la Casa de la Cascada pudo conservar intacta su arquitectura, su mobiliario y tapicería (también diseñados por Wright específicamente para la casa), su fina colección de arte, y el entorno natural que los Kaufmann tuvieron a bien recuperar y proteger. Gracias a él la casa está hoy abierta al público.

La casa se ubica apostada sobre el Arroyo del Oso, que en su corta trayectoria describe una U antes de desembocar en el río Youghiogheny, en una zona boscosa cerca de Ohiopyle, antiguamente deteriorada por actividad minera. Luego de ser adquirida por los Kaufmanns, el área fue eco lógicamente recuperada y paisajísticamente mejorada.



Analizando el sitio Wright observó que no son una sino dos cascadas que cortan el sentido de la corriente en diagonales opuestas. De la misma forma estableció sus volúmenes rotando la dirección de sus voladizos 90 grados y logrando un escalonamiento progresivo de los volúmenes horizontales, que parecen flotar libremente sostenidos por la rígida pureza del volumen vertical de la chimenea que los sostiene.

Nueve meses transcurrieron desde la primera vez que Wright viera el terreno hasta que plasmara que el proyecto viera la luz en un plano. Durante ese tiempo, se han documentado por los menos 3 visitas de Wright a Bear Run, en las que el maestro concibiera el edificio en su cabeza. Ni una sola línea fue dibujada en ese tiempo, ya que Wright solía decir "Concibe el edificio en la imaginación, no en el papel sino en la mente... Déjalo vivir allí-tomando forma definitiva gradualmente antes de comprometerse con el tablero de dibujo. Cuando aquella cosa viva para ti, comienza a planearlo con herramientas. No antes...". Así pues, nueve meses estuvo Fallingwater en la cabeza de Wright, y luego fue dibujada en tan sólo 140 minutos. Durante ese lapso, muchos elementos hubieron de confluir en la mente de Wright para producir un resultado tan peculiar: desde sus trabajos previos en la Casa Robie, la Casa Gale o el Taliesin hasta la propia influencia de los arquitectos europeos. Desde las formas suavizadas y terrosas de San Ildefonso Pueblo que le fascinaban, hasta los dibujos japoneses de cascadas que coleccionaba producto de su viaje a Japón .
Vista de la cascada Ono, por Hokusai. Fuente, F. Toker

BASAMENTOS
Wright basó su composición en el arreglo de volúmenes horizontales y verticales dispuestos dinámicamente. Para lograr una sensación de ligereza, dispuso las terrazas en voladizo, apoyadas sobre macizos soportes de sección trapezoidal empotrados en la roca. Wright asoció este concepto estructural a la forma cómo un mesero carga una bandeja sobre sus dedos.

Vista de los soportes. Imagen Carlos Zeballos
Imagen de los soportes y la escalera hacia el Arroyo del Oso (Foto cortesía de WPC)

Sobre los soportes, dispuso unas vigas de concreto armado en el piso de aproximadamente un metro de ancho, las que, junto a unas viguetas transversales formaron una parrilla sobre la que se sotiene la terraza en voladizo. Al parecer E.J. Kaufmann desconfió del cálculo estructural de Wright y secretamente aumentó acero en la estructura, lo que motivó la ira del arquitecto quien le recriminó su falta de confianza. Sin embargo, Wright se equivocó en el cálculo estructural. Gracias a ese acero extra los voladizos no colapsaron, sin embargo ya en los años 90 se observaba una deflexión de hasta 20 cm. Trabajos de postensado en el 2001 lograron estabilizar la estructura, pero costaron 11,5 millones de dólares, unas 100 veces el costo original de la casa.

Parrilla estructural. Imagen Carlos Zeballos
PRIMER NIVEL

Lo primero que llama la atención de la casa de la cascada es su ausencia de un "gran ingreso" como era costumbre en la residencias de la época. Por el contrario, la puerta principal se encuentra cuasi escondida en la parte posterior de la casa. Al ingresar, los bajos techos, las grandes ventanas y la ausencia de paredes al interior de la sala conducen la vista hacia el paisaje. El sonido de la cascada es omnipresente aunque la misma es invisible al interior de la casa. El piso de piedra y el enchapado pétreo de la chimenea se fusiona con la roca viva en la que la construcción está inserta. El diseño interior parece salir de la propia casa y la colección de arte, preferentemente basada en arte asiático y latinoamericano, coadyuva en otorgarle un aire de misterio al interior.

Primer nivel (cortesía de WPC)
Primer nivel. Imagen Carlos Zeballos

Interior de la sala primer nivel (cortesía de WPC)
SEGUNDO NIVEL

Un amplia terraza se extiende frente al dormitorio de los Kaufmann, visualmente integrado al paisaje. Algo que llamó mucho mi atención es que el servicio higiénico también posee grandes ventanas hacia el exterior, a diferencia del típico baño que es un cubículo cerrado. No se puede negar que E.J. tenía estilo hasta para ir al baño... A diferencia del servicio higiénico, el cuarto de baño se ubica en una parte más interna. El vestidor es un volumen más opaco, al que Wright aplicó una ventana vertical que recorre los tres niveles.

Segundo nivel (cortesía de WPC)


Segundo nivel. Imagen Carlos ZeballosDormitorio principal. Foto cortesía R.Bean

TERCER NIVEL

Mucho más pequeño es el tercer nivel, que alberga las habitaciones de Edgar Kaufmann hijo. Estas son básicamente un pequeño espacio para la cama al lado de la terraza, también ampliamente iluminada por ventanales (las ventanas no tienen marco en la esquina, lo que le da una transparencia notable para la época) y el estudio, al que finalmente Edgar se mudó ya que su "dormitorio" era muy pequeño. Hay también una conexión entre ambas terrazas, aunque probablemente haya sido poco usada.

Tercer nivel (cortesía de WPC)Tercer nivel. Imagen Carlos ZeballosDormitorio de E. Kauffman Jr. Foto cortesía R.Bean
LA CASA DE HUÉSPEDES
Luego de inaugurada Fallingwater, quedo claro que la habitación de Huéspedes en el segundo nivel sería insuficiente para los frecuentes visitantes a la casa, por lo se encomendó a Wright una casa para huéspedes, un poco más arriba que la casa principal. Ésta se halla conectada por una escalinata semicircular cuyo techo (apoyado en tubos de metal en un solo lado para reforzar su carácter etéreo) se pliega conforme se va ascendiendo en el terreno.
Acceso a la casa de huéspedes. Foto cortesía R.Bean
La casa de visitas mantiene el estilo de la casa principal, cuenta también con magníficas visitas y con una piscina propia.
Casa de huéspedes (cortesía de WPC)

Más de 2 millones de visitantes han peregrinado hasta la casa Casa de la Cascada en este escondido paraje norteamericano. El conocido actor y aficionado a la arquitectura Brad Pitt recientemente comentó: "Yo tenía un sentido visual de La Casa de La cascada, pero experimentarla en persona, escuchar el sonido de la cascada discurriendo bajo la casa y el aroma de la madera en la chimenea, fué mejor que nada que yo hubiera podido imaginar...". Bueno, aún no se puede reproducir el aroma de la madera en la chimenea, pero esta animación hecha por la gente de Digital Urban, da una aproximación muy impresionante de la casa y su entorno.



El contextualismo de la casa con su paisaje, utilizando un lenguaje arquitectónico modernista, la rica articulación táctil del las superficies interiores en concordancia con el dramatismo volumétrico exterior, la sutil integración de su mobiliario y su patrimonio artístico hacen de la Casa de la Cascada la obra arquitectónica más importante en EEUU. cuyas referencias continúan hasta hoy. Parafraseando otra vez a Toker, "Nunca hubo una casa como Fallingwater. Nunca más la habrá".


VER TAMBIÉN
- OTRAS OBRAS DE FRANK L. WRIGHT

VIVIENDA UNIFAMILIAR

- ARQUITECTURA Y AGUA

ENLACES EXTERNOS



QUINTA ENTRADA







La Casa de la Cascada como modelo de arquitectura orgánica


La Casa de la Cascada es una de las construcciones más representativas de la arquitectura orgánica. Esta obra maestra del arquitecto Frank Lloyd Wright se remonta a la década de 1930. En concreto, empezó a construirla en 1936 y la concluyó tres años más tarde. La Fallingwater es una espectacular estructura de líneas rectas voladizas que parecen flotar sobre la cascada. Wright la construyó como retiro de fin de semana para la familia Kaufmann, dueña de unos grandes almacenes de Pittsburg, en los bosques del sur de Pensilvania. Edificada con piedra del lugar, parece fundida con el entorno natural; como si sus voladizos formaran parte de la preciosa cascada que rodea la construcción. El bosque, de árboles caducifolios en su gran mayoría, conserva su aspecto salvaje únicamente perturbado por la discreta vía de acceso peatonal que permite llegar a la casa.
La Casa de la Cascada está construida en tres niveles. Su composición es horizontal y el eje vertical está definido por la chimenea que sobresale por encima de la cubierta. Concebida casi como si fuera un árbol más del bosque, la casa crece de dentro hacia afuera y se va extendiendo según las necesidades de sus propietarios.
Cada piso está marcado por amplios voladizos que se proyectan asimétricamente en diferentes direcciones. En realidad, son terrazas limitadas por placas lisas de hormigón. Para adoptar esta solución, Wright se inspiró en la arquitectura japonesa y procuró emplear materiales naturales, como madera, ladrillo o roca, con lo que logró una mayor integración entre el edificio y el bosque. De esta manera, Wright logró que los voladizos parecieran parte de la preciosa cascada que rodea la construcción.
El interior de la Casa de la Cascada es muy minimalista, austero, lo que permite captar la sensibilidad que Wright encontró en el sonido de la cascada. Logró un espacio interior amplio y diáfano. La gran sala de estar tiene un gran ventanal de cristal que permite disfrutar de la visión de la cascada. La utilización de grandes ventanales elimina la separación entre las habitaciones y sus terrazas. Éstas tienen, entre otras funciones, la de reflejar la luz natural y proyectara de forma indirecta hacia el interior. La terraza superior da un carácter más intimista a la casa.
Con la Casa de la Cascada Wright consiguió aunar de manera maravillosa construcción y naturaleza. Nada mejor que ver este precioso vídeo de Cristóbal Vila con la reconstrucción virtual de la Fallingwater para comprender esta obra en su verdadera magnitud

CUARTA ENTRADA





Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright

e artículo






Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright
Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright

Frank Lloyd Wright diseñó en 1934-35 una casa extraordinaria en la Reserva Natural de Bear Run, Pensilvania, a 1298 metros sobre el nivel del mar. Acá, el río que corre en el lugar cae repentinamente 30 metros. Esta casa es conocida como la Casa en la Cascada, la cual redefinió la relación entre el hombre, la arquitectura y la naturaleza.
Esta casa fue construida como casa de fin de semana para el Sr. Edgar Kaufmann, su señora y su hijo, el cual estudió arquitectura durante un corto periodo de tiempo en la escuela-residencia Taliesin de Wright.
Este lugar había sido propiedad de la familia durante 15 años, y, cuando le encargaron a Wright el diseño de la casa, tenían en mente una casa enfrente de la cascada, para poder apreciarla. Sin embargo, Wright integró el diseño de la casa con la propia cascada, posándola justo encima de ésta para que pasara a ser parte de la vida de los Kaufmann.
Más información e imágenes de la Casa en la Cascada a continuación.
La admiración de Wright hacia la arquitectura japonesa fue clave para su inspiración del diseño de esta casa, al igual que de la mayoría de sus obras. Al igual que en la arquitectura japonesa, Wright quería crear armonía entre el hombre y la naturaleza, y la integración de la casa con la cascada tuvo éxito en eso. La casa fue pensada para que siempre se sintiera la fuerza con que cae el agua, no visualmente pero a través del sonido, escuchándose en toda la casa.


Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright
Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright

Wright resolvió el diseño de la casa alrededor de la chimenea, el corazón de la casa, la que se consideró como el lugar de reunión de la familia. Los cimientos de la casa son las rocas del lugar, y algunas de ellas sobrepasan el ancho forjado de la primera planta asomándose junto a la chimenea, lo que trae físicamente la cascada al interior de la casa. Además se refuerza el concepto de un núcleo vertical a través de una extensión del alza de la chimenea, que la hace el punto más alto del exterior de la casa.


Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright
Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright

La casa de la Cascada consta de dos partes: La casa principal de los clientes que se construyó entre 1936-1938, y el cuarto de huéspedes que se completó en 1939. La casa original contiene habitaciones sencillas, proporcionadas por el arquitecto, con un estar abierto con cocina compacta en la primera planta y tres dormitorios pequeños en el segundo piso. El tercer piso fue el lugar de estudio y dormitorio del hijo de Kaufmann. Todos los recintos de la casa se relacionan con el entorno natural, y el estar incluso tiene escalones que conducen directamente al agua. Las circulaciones dentro de la casa son oscuras, pasillo estrechos, para que los habitantes tengan una sensación de encierro en comparación con lo abierto a medida que se acercan hacia el exterior. Los techos de las habitaciones son bajos, con el fin de dirigir la mirada horizontal hacia afuera.


Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright
Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright

La belleza de estos espacios se encuentra en sus extensiones hacia la naturaleza, hecho con largas terrazas en voladizo. Éstas, que están proyectadas hacia afuera en ángulos rectos, aportan un elemento de escultura a la casa, aparte de su función.
Para dar soporte a las terrazas, que ignoraban las fuerzas horizontales con sus grandes planos en voladizo, Wright trabajó con los ingenieros de Mendel y William Glickman Wesley Peters. La solución estaba en los materiales. La casa tomó “una forma de albañilería definitiva” para relacionarla con el sitio y para las terrazas se decidieron por una estructura de hormigón armado y reforzadas con acero lo que aumento la resistencia a la tracción.


Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright
Casa en la Cascada / Frank Lloyd Wright

El exterior de la casa de la cascada impone una horizontalidad que se destaca gracias a los ladrillos y a los voladizos. Las ventanas de la fachada también tienen una condición especial, ya que se abren en las esquinas, rompiendo con la caja de la casa incorporando el extraordinario paisaje exterior.
La perfección de todos estos detalles perfecciona la casa en sí, y aunque ésta tiende a tener problemas estructurales que necesitan un constante mantenimiento, debido a su emplazamiento, no hay duda de que la casa de la cascada, que es ahora un monumento histórico nacional, es una obra extraordinaria. Es la presencia física y espiritual del hombre y la arquitectura en armonía con la naturaleza.